El lado oscuro

Quienes me lean con cierta asiduidad, habrán descubierto que me gustan las citas y las referencias audiovisuales. Esta mañana de enero me estoy acordando de uno de mis diálogos favoritos de Star Wars, en La Amenaza Fantasma (Episodio I), cuando Joda le explica a un Luke Skywalker aún niño el trayecto hacia el lado oscuro que el chico recorrerá pronto. “El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti”, explica el pequeño y sabio personaje galáctico al joven Jedi.

Siempre he pensado en ese diálogo como una buena explicación, especialmente en los tiempos que corren, para el recorrido mental, emocional e ideológico que un ser humano transita hasta convertirse en simpatizante o militante de la ultraderecha. Y también sirve perfectamente para ilustrar el mecanismo de funcionamiento de publicaciones y reacciones en las redes sociales, tan vinculado hoy en día al auge de las ideas fascistas y totalitarias.

En general, es el miedo al otro, a lo desconocido, a lo ajeno lo que genera este tipo de procesos. El susto que a algunos les da el migrante, porque es de una raza distinta o tiene costumbres, hábitos y creencias diferentes. El pavor que a muchos varones les dan las mujeres libres. O, aún peor, el que tienen muchos al que ama, siente y folla de forma alternativa a lo que piensan (o les han dicho reiteradamente) que debe ser lo normal.

Algo parecido le está ocurriendo conforme avanza el mandato al Ayuntamiento de Sevilla y a su alcalde, José Luis Sanz. Poco a poco van adentrándose en el camino hacia el lado oscuro movidos de forma evidente por el miedo y echándose en brazos de los que ya hicieron ese trayecto ideológico antes que ellos, los ultras de Vox.

La duda que sí albergo es si ese miedo que impulsa al PP local hacia el extremo de su espacio político natural es genuinamente ideológico, puramente táctico o, como creo más probable, una mezcla de ambos.

La manifestación definitiva de que el Gobierno municipal ha iniciado ese camino sin vuelta atrás es la firma esta pasada semana de un acuerdo con Vox que, leído atentamente, va mucho más allá de la aceptación de enmiendas de la formación ultra al presupuesto de 2025 para convertirse en un auténtico pacto de gobierno al que sólo le falta el reparto de concejalías. Una alianza que pone de manifiesto todos los miedos, odios y esclavitudes de la extrema derecha sevillana, a los que el PP se suma ya sin disimulo alguno.

En el apartado presupuestario, el odio causado por el miedo provoca la reducción, cuando no eliminación, de partidas destinadas a ayudas o subvenciones a colectivos de migrantes, relacionadas con los países en desarrollo o para actividades de sindicatos, asociaciones feministas o LGTBI. A cambio, se articula la inclusión de fondos para apoyar a colectivos próvida (antiabortistas) y organizaciones religiosas católicas.

Siete de los 15 puntos son referidos al desarrollo de proyectos urbanísticos con el objetivo expreso de acoger la promoción de vivienda privada (...). Poca VPO y nada de nada en proyectos industriales o de valor añadido

Pero donde el lado oscuro se hace carne es en el pacto denominado Transformar Sevilla, más allá de las cuentas municipales, para desbloquear una serie de proyectos de la ciudad. Entre ellos hay reducción de impuestos (bajada del IBI); la creación de una oficina anti okupación porque “Sevilla es una de las ciudades con mayor índice de ocupación ilegal de vivienda en alquiler o en propiedad” (en toda la provincia se registraron 723 infracciones penales de este tipo en 2023, la cifra más baja desde 2017); y más medidas antiabortistas (Oficina de Apoyo a la Natalidad).

La parte del león es la que beneficia directamente a los que de verdad mandan en esta ciudad. Siete de los 15 puntos son referidos al desarrollo de proyectos urbanísticos con el objetivo expreso de acoger la promoción de vivienda privada, más allá de cuotas de pisos de protección pública; aparcamientos y zonas de uso terciario (comercio, bares y restaurantes; hoteles, etc…). Se recoge la literalidad de mejorar la eficiencia de alguna medida “desde el punto de vista de rentabilidad de los promotores”. Y se incluye también un plan de enajenación del patrimonio municipal. Venta de suelos y edificios públicos. Poca VPO y nada de nada en proyectos industriales o de valor añadido.

Entre las iniciativas incluidas en el pacto destacan el distrito portuario, los proyectos de Iberdrola-Higuerón Norte, Cross-pirotecnia o Pítamo, y el Canal de la Expo. Zonas todas de gran interés y atractivo para constructoras y promotores inmobiliarios, el verdadero motor económico y de gestión de esta ciudad, junto con hoteleros y hosteleros.

No sé, igual yo peco de alarmista y desconfiado, pero leído el detalle de los acuerdos presupuestarios y de grandes proyectos creo más que justificado pensar que supone un paso atrás para la ciudad, que consolida la defensa de los intereses de los que más tienen, perjudica o daña la defensa de los que más ayuda necesitan y confirma la caída del PP, movido por el miedo, en manos de la ultraderecha de Vox, la manifestación más clara y poderosa del lado oscuro de nuestra ciudad.